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UNA DONACION DE $ 10 SE CONVIERTEN EN $ 10.000
03 de Diciembre 2010 07:27 PM por lmeechan
Esta es una historia real: yo era nueva en las enseñanzas de los Maestros Ascendidos y apenas había oído hablar de Fortuna, del diezmo y del poder de los diez. Me dijeron que hacer 40 Fortunas me ayudaría en mi situación. Tenía un recién nacido y tenía un presupuesto de $ 50 a la semana para la alimentación, ropa y artículos de tocador. Le dije a la persona que 40 Fortunas eran demasiado para mí, que me gustaría hacer 3 Fortunas. Le pedí a Fortuna $ 10,000 dólares y le dije a mi marido que estaba decretando por $ 10.000. Abrió los ojos. Yo estaba sin dinero, no tenía trabajo y realmente quería dinero para ir a la Universidad de la Cumbre con mi bebé. Él pensó que yo estaba loca.
En medio de mi novena a Fortuna llego una persona a la puerta de mi casa, era una señora mayor. Esta señora tenía el pelo suave y blanco, brillantes ojos azules y un abrigo con bordados. La invite a seguir y le preguntó lo que quería. Ella me pidió dinero. Me sorprendió, ella no parecía un mendigo.
Fui a mi cartera y encontró un montón de cambio y un billete de diez dólares. Pensé en la enseñanza de los diez. Una parte de mí me tentaba a darle a esta señora el cambio. Estos fueron mis últimos diez dólares por un tiempo. Entonces pensé, hay algo especial acerca de los diez. Le voy a dar los diez y veré qué pasa.
Le di a la señora el billete de diez dólares y ella sonrió de oreja a oreja. Tenía curiosidad y le preguntó qué iba a hacer con el dinero y me dijo que ella iba a comprarle a su marido su cerveza. Mi esposo estaba perdiendo cerca de $ 50 a la semana tomando cerveza, así que no estaba exactamente feliz por eso. La abracé de todos modos. Se sentía tan delicada, casi etérea.
Una semana o dos después, recibí una carta en el correo con un cheque. Yo lo cambie y era por un valor de $ 10.000. Los ojos de mi marido se salieron de sus orbitas. No lo podía creer. Mi abuelo nunca nos había dado dinero antes. El tenia acciones en una cervecería las había vendido y el dinero lo estaba repartiendo entre sus nietos.
Yo estaba tan agradecida con Fortuna, me dije a mi misma: "La próxima vez, voy a decir cuatro Fortunas!" Pude asistir a dos niveles de la Universidad de la Cumbre, los viajes, el diezmo de $ 1,000 y aun tenía suficiente dinero para empezar mi propia vida. Gracias de nuevo a la amada Fortuna!
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