13 de Noviembre 2010 02:18 PM por Jackie
Paula dice: "Cuando yo era joven, yo solía pasar los veranos con mi abuela, en la granja de mi bisabuela en el norte de Indiana. Una de mis actividades preferidas de la mañana fue la recogida de la cosecha de la frambuesa en el árbol de frambuesa. Cada mañana salía con mi cestita y me gustaba volver a la cocina de la casa con al menos dos pintas de frambuesas. Una pinta la limpiaba y la colocaba en la nevera y la otra le espolvoreaba azúcar para comérmela a la hora del desayuno. Me sorprendía ver que todas las mañanas siempre había por lo menos dos pintas de frambuesas listas para ser recogidas.
Un verano me di cuenta que, puesto que había dos pintas de frambuesas para ser recogidas diariamente, podría ahorrar una gran cantidad de tiempo y de energía si tomaba las frambuesas una vez por semana. De esta manera, podría cosechar las catorce pintas de frambuesas de una vez.
Pasó una semana y corrí a recolectar mis frambuesas con gran alegría. Cuando terminé, en lugar de las catorce pintas de frambuesa que eran las que había previsto, solo tenía dos pintas. Yo no podía entender qué había sucedido. ¿No debería haber sido siete veces como menos la cantidad de frambuesas? Pero no era había sido así.
Muchos años después, comprendí lo que había ocurrido ese verano. Mientras yo estaba abrazando mi fuente de abundante frambuesas todos los días y dando gracias a través de mi voluntad de recoger las frambuesas diariamente, mi abundancia continuo. Sólo cuando dejé de forma sistemática de dar gracias por mi abundancia al recogerlas diariamente, el flujo de la abundancia disminuyó.
Debido a que no me presente a la cosecha de mis frambuesas a diario, porque no daba las gracias por el bien que ya estaba recibiendo, el flujo abundante de frambuesas pasó.
Algunos frambuesas maduras y cayeron al suelo o fueron comidos por las aves. Otras simplemente no se desarrollaron al haber todavía un suministro abundante de los arboles de frambuesas que no habían sido recogidas. Debido a que dejé de dar gracias por la cosecha de dos pintas de frambuesas todos los días, Dios imagino que no sería feliz con catorce litros a la semana, tampoco.
Fue entonces cuando comprendí parte de la Ley Divina de la prosperidad: Hasta que aprender a ser feliz con lo que tiene, usted no será feliz con más
Hasta que aprendamos a notar y abrazar con alegría la abundancia que nos rodea en este momento-ya sea dinero, ideas, personas u oportunidades, y dar gracias por la abundancia, devolviendo una parte de nuestro tiempo, nuestros talentos y nuestros tesoros, no vamos a ser abiertos y receptivos a la abundancia adicional "libro de Paula" Dar Gracias:.
El Arte del Diezmo está diseñado para ayudarte a comprender más cabalmente cómo aprovechar tu abundancia innata, utilizando el principio central de la prosperidad que es el diezmo. El diezmo es una técnica antigua para la prosperidad que te pone directamente en el flujo de la Energía Universal y la Abundancia. Esta es la verdadera naturaleza y el poder del diezmo”.
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