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Last Post 06/26/2010 7:16 AM by  Translation by Guiomar
MAS QUE UNA MEDALLA DE PROTECCION
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Translation by Guiomar
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Posts:1056


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06/26/2010 7:16 AM
    20 de Junio 2010 06:23 PM por Sheila

    LO PERSEGUIA Y ESTABA GANANDO TERRENO ACERCANDOME A EL JUSTO A TIEMPO PARA VER QUE DE SU MOCHILA MANCHADA EXPLOTABA LO QUE LLEVABA DENTRO DE ELLA!

    ¿Sabía usted que muchos oficiales de policía llevan consigo la medalla del Arcángel Michael? Cuando les pregunto a mis compañeros acerca de esto, me dicen que él es el Santo Patrono de los policía y de los soldados, y que creían que los protegerían si llevaban puesta su medalla. Fue maravilloso escucharlo, porque San Miguel, a quien yo llamo el Arcángel Miguel, es sin duda el guardián de los que protegen a la sociedad y se ha convertido en mi mejor amigo.

    Había establecido un fuerte vínculo con el Arcángel Miguel antes de decidirme convertirme en una mujer policía, entre a esta profesión con confianza y determinación para marcar la diferencia. Sabiendo que un increíble y ardiente Arcángel estaba a mi lado, sabiendo que él era real y que, de hecho, legiones de ángeles estaban conmigo todos los días mientras caminaba por toda clase de condiciones horribles, haciendo una enorme diferencia en lo que yo sabia podría ser logrado por agente de la policía.

    Como una nueva recluta, quería pasar un tiempo orándole al Arcángel Miguel antes de cada turno. Me gustaba compartir con él los detalles de mis casos, como fue el de un sospechoso de homicidio al cual yo estaba tratando de agarrar o el de una casa de crack que yo tenía que cerrar. Le pedí al Arcángel Miguel que me colocara en el lugar correcto y en el momento adecuado para conseguir resolver esos casos.

    Yo había sido una policía de asuntos internos de la ciudad por diez años, trabajando en barrios que eran extremadamente desfavorecidos - con altos índices de robos, robos de autos, robos a mano armada, tiroteos, asaltos, prostitución, drogas y homicidios. No era infrecuente ver a los agentes de policía mutilados o muertos en servicio. Mis diez años en las calles las pase con el Arcángel Miguel. Él me ayudó a diario, a veces mostrándome un lugar determinado o guiándome para detener un determinado coche dando lugar a un arresto. Me hizo saber por un censor interno cuando estaba en peligro. Hubo momentos en que me hallaba ante un sospechoso que portaba un arma oculta o que me dirigía a una situación donde podría costarme la vida. Mantenía un elevado estado de alerta y a la vez de calma como producto de su permanente presencia, que me permitían anticipar cuándo debía cambiar de rumbo o dirección en mi trabajo para así lograr hacer el mayor bien posible.

    En una mañana estaba patrullando caminando, con los primeros rayos del amanecer, los cuales comenzaban a iluminar los tristes callejones de mi maltratado barrio, cuando vi a un hombre salir corriendo, sabía que algo no estaba bien. Tenia que verificar a este tipo. Cuando me volví hacia él para interrogarlo, salio corriendo por un callejón. Salí entonces también corriendo detrás de el, dándome cuenta justo a tiempo que de su mochila manchada explotaba lo que llevaba dentro. ¡Había robado un banco! En el banco ni siquiera había sonado la alarma. Cuando el FBI llegó para procesar el delito, me dijeron que la captura de un ladrón de bancos antes que la alarma del banco notifique a la policía, se produce únicamente una vez cada diez y seis años de robos reportados.

    A veces parecía como si los criminales supieran que no estaba sola. Mantener a un transgresor de la ley fuera de una casa ajena o de un carro, no fue un problema, incluso para una mujer policía de cinco pies y ocho años de experiencia. Sentía algo a mí alrededor. Sabía que era la presencia fuerte y de gran alcance del Arcángel Miguel. Mi fe en su presencia siempre acompañándome me ha ayudado a mantener y ajustar muchas de mis actitudes con- los sospechosos y los delincuentes.

    Los hombres y las mujeres policías necesitan sentirse con poder y a su vez esperanzados. Como consecuencia de esta relación con el Arcángel Miguel he superado una y otra vez episodios de desanimo que he tenido. ¿Te imaginas cómo puede ser de desalentador en este momento para un soldado en Irak o Afganistán o cómo puede ser de desalentador para muchos agentes de policía que trabajan en condiciones peligrosas y difíciles, día tras día?

    Me he retirado de la fuerza policial. Hoy en día trabajo con personas que están luchando con problemas de drogas y alcohol. Aunque no tengo que enfrentar el peligro físico de forma regular por más tiempo, veo mi trabajo como una continuación del anterior, como una forma de ayudar a esas personas a acabar con los patrones de pensamiento y los motivos internos que los llevan a causarsen daño a sí mismos y a la sociedad. Y sigo orándole al Arcángel Miguel y pidiendo por ellos en su nombre, pues se que puede ayudarles a superar los comportamientos y hábitos que los encarcelan.

    Es maravilloso usar con fe la medalla de protección del Arcángel Michael y también es maravilloso el conocerlo como nuestro constante amigo y nuestro tutor.

    Etiquetas: Arcángel Miguel, oficial de policía, protección; Medalla de San Miguel
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