11 de Marzo 2011 02:14 PM por Rob (falta editar)

La lección de la fuerza del silencio, que nos permite ver la vida de la persona y su corazón tal como realmente son. La gran mayoría de la gente camina por el escenario de la vida como actores pobremente entrenados, leyendo las líneas huecas, colocadas en sus bocas por otras personas supuestamente con autoridad, o por el contenido de la escritura secular o escritos de otros, nunca han entendido, simplemente se han limitado a vivir sus partes asignadas de acuerdo a los dictados de la sociedad materialista, evitando tomar un vistazo de cerca a lo que realmente son por dentro. Es mucho más fácil dejarse inundar por el descaro, el ruido incesante, el ritmo frenético y el caos del mundo exterior.

Sin embargo, al dar un paso atrás, tener pausa, permitirse a usted mismo en entrar dentro de si, en los reinos del silencio, el papel de los actores es despojado en la distancia y la belleza del silencio y la mentira del corazón es expuesto. Más esto se hace hasta que se convierte en un acto constante, la maravilla más, la riqueza y la santidad de su mundo interior inundaciones tu ser. este es el verdadero estado de gracia y de la realidad desde donde se controla toda la vida y fluye como una corriente pelúcida. es en este estado de profundo silencio que uno, en el tiempo, se convierte en el regulador principal de la propia vida y destino, nada más que ser controlado por los caprichos, las veleidades de la vida exterior.

No es por casualidad que los individuos tantos grandes del pasado se retiró del mundo y su trabajo por períodos de tiempo, porque sabían el gran valor y la necesidad vital de silencio y su poder para revitalizar, reactivar todo el ser, cuerpo, mente y espíritu.
A través del tiempo la gente ha olvidado la simple verdad de que toda forma, toda la creación, de una piedra a una estrella tenido y tienen su origen en las profundidades del silencio cósmico. si es la germinación de las semillas de plantas en el suelo oscuro o la semilla de una estrella en el mundo que germinan en las profundidades del universo, que el nacimiento se desarrolla, sin excepción, en las profundidades del silencio infinito.